Anuario es, a un tiempo, un poema poblado de extraños seres alados y una serie de imágenes que aceptan la compañía de las palabras, como quien acepta la compañía del viento o de la lluvia. Su naturaleza nos es incierta, pues, como dijo Borges, «toda colaboración es un misterio».
A principios de los años cincuenta, Wallace Stevens definió con precisión y belleza los nexos entre poesía y pintura: «La suprema relación hoy entre poesía y pintura, entre el hombre moderno y el arte moderno es sencillamente ésta: en una época donde prevalece la falta de creencias, o por lo
menos la indiferencia a cuestiones de principios, poesía y pintura y las artes en general, son dentro de su medida, una compensación por todo lo perdido». Y ése, creo yo, es el espíritu que anima el Anuario de Mario Torres y Amador Montes. Imagen y palabra, poesía y pintura, unidas en el intento de recuperar del flujo del tiempo una palabra, una imagen, un instante milagroso, para ofrecerla al lector.
Rafael Antúnez. Octubre 2009